En los últimos 50 años nuestro pueblo ha sido expuesto a grandes
limitaciones materiales debido, en buena medida, al bloqueo de los
Estados Unidos. Esto ha requerido grandes sacrificios y una enorme
creatividad para sortearlas.
Recuerdo, por citar un ejemplo, los comentarios de una radióloga
colombiana después de visitar el Hospital Hermanos Ameijeiras en
1998. Ella decía sentirse impresionada porque en esa institución se
hacían muchas más tomografías diarias que en su hospital, aún
cuando nosotros teníamos menos equipos y eran casi obsoletos. La
explicación era simple: un grupo del Centro Nacional de
Investigaciones Científicas, CNIC, había logrado extraer la
información de los tomógrafos [1], por lo que el análisis de las
imágenes podía hacerse de forma independiente en varios
computadores. Pura creatividad e innovación cubana.