En los últimos tiempos, mas de medio millón de personas se han acogido a la modalidad de trabajo por cuenta propia en nuestro país. Desde el 2013 también existe la posibilidad de fundar una cooperativa no agropecuaria. Estimados del 2014 cifran en 2300 millones de CUP los ingresos tributarios de los cuentapropistas y en 88 millones de CUP los de las 268 cooperativas no agropecuarias existentes.
Por tanto, cada cuentapropista
aporta en promedio anualmente alrededor de 5000 CUP (200 CUC) y cada
cooperativa alrededor de 328 000 CUP (13 700 CUC). Se reconoce,
además, que en buena medida la rentabilidad de estas actividades,
regularmente de baja complejidad técnica, es debida a la doble
moneda y otras deformaciones de nuestra economía.
Como comparación, diremos que un medico contratado en el exterior por un año aporta aproximadamente 12 000 USD al Estado cubano.
La pregunta es la siguiente. Si
hemos hecho una inversión enorme durante décadas para educar y
calificar técnicamente a la población, si tenemos mas de 1 millón
de graduados universitarios, muchos de los cuales están emigrando a
otras aéreas menos calificadas, pero mas remuneradas, o al exterior,
por qué no hemos apostado al trabajo calificado ejercido por cuenta
propia o a las cooperativas dedicadas a la Ciencia?
Debido al alto valor agregado de las producciones cientificas y tecnicas, la productividad de pequeñas empresas en esta area podria aventajar en 10 o mas veces la de los paladares y otros empeños particulares o cooperativas existentes. Tenemos la posibiliodad de exportar en frontera y al exterior software y otros servicios cientifico-tecnicos, producidos por pequeñas empresas y "coordinados" por algun ente del estado, es decir añadir estos resultados al empuje exportador de BioCubaFarma y otras instituciones.
En
Febrero del 2012, casi un año antes del Decreto sobre cooperativas
no agropecuarias, durante una conferencia UCIENCIA, le propusimos a
la UCI que organizara a los programadores externos en pequeñas
cooperativas para exportar software. Aun hoy no existen. Incluso
se redujo la matrícula de la UCI porque “sobraban”
programadores, no había donde ubicarlos al momento de su graduación.
Sin embargo, se ha hecho bastante común que los programadores sean
contratados ilegalmente desde el exterior, o que emigren.
Recientemente, Google y otras compañías emblemáticas
estadounidenses han mostrado interés en la UCI y se ha autorizado
incluso el pago a privados por la exportación de software a los
EEUU. Por qué será? Algo que es una fortaleza de nuestro país, la
existencia de mas de 15 000 programadores, no ha sido explotada
eficientemente, ni ha existido la visión de
organizarlos en cooperativas y que el Estado hiciera el papel de
exportador de esos servicios. Un software a pedido, de mediana
complejidad, realizado por un pequeño equipo de programadores en 3 -
4 meses, puede significar 40 000 USD, aproximadamente la mitad de los
cuales ingresarían como impuestos.
En
Marzo de 2012 hicimos, por primera vez, la propuesta de
Innova.cu. En Marzo del
2013, después del Decreto, la formulamos como una cooperativa no
agropecuaria e hicimos un expediente con todas las de la ley.
Innova.cu copia de
Innocentive.com, una empresa americana, algunas ideas de cómo
trabajar. Innocentive toma de empresas, instituciones estatales, etc
las necesidades científico técnicas y las hace públicas,
ofreciendo un pago por su solución en un periodo de 2 – 3 meses.
En estos momentos Innocentive tiene registrados mas de 1 millón de
posibles solucionadores en todo el mundo. Los cubanos, aun, no
podemos participar por las leyes del bloqueo. La idea era fundar algo
parecido en Cuba, que atendiera necesidades locales e incluso
externas (de países del Alba, de Europa), añadiéndole también
elementos de cooperación entre solucionadores, incluyendo a las
sociedades científicas como organizaciones estructuradas de
expertos, etc. Innova no se limitaría a los profesores e
investigadores que tenemos, sino que, al hacer públicos los
problemas, le daría la posibilidad de innovar al millón de
universitarios y la masa de técnicos que hemos formado.
Solo como entrenamiento, un grupo de
entusiastas nos dimos a la tarea de resolver algunas de las tareas de
Innocentive. El mejor resultado lo alcanzó un joven doctor, que estuvo entre los finalistas con una propuesta
para la detección temprana de inflamaciones, problema propuesto por
la clínica de Cleveland.
Con todos estos datos y ejemplos
quiero enfatizar, una vez mas, en la conveniencia de que se aprueben
cooperativas y pequeñas empresas basadas en la Ciencia, con lo cual
se canalizaría el enorme potencial que se ha creado en nuestro país,
se adicionaria una fuente de ingresos para los profesionales, que no
requiere de partidas presupuestarias, y se potenciaría la exportación
de intangibles (conocimientos), algo que ya ha comenzado con el cobro
de patentes de productos biotecnológicos.
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